Es similar al modelado a la cera perdida pero en formatos muy pequeños.
En este caso, el modelo se fabrica en cera o plástico. Una vez obtenido, se recubre de una serie de dos capas, la primera de un material que garantice un buen acabado superficial, y la segunda de un material refractario que proporciones rigidez al conjunto. Una vez que se haya completado el molde, se calienta para endurecer el recubrimiento y derretir la cera o el plástico para extraerla del molde en el que se verterá posteriormente el metal fundido.
Este proceso se usa principalmente para el desarrollo de productos como insignias, escudos de pequeño formato, llaveros, medallas, etc…